LA AUTOESTIMA: NUESTRO ESCUDO PROTECTOR EMOCIONAL

La autoestima no es una adquisición genética que nos venga dada “de fábrica”, sino que se adquiere dentro de un proceso evolutivo desde que nacemos. Nuestra autopercepción, el concepto que tenemos de nosotros mismos se tambalea o refuerza a medida que disminuye o crece nuestra autoestima y, ésto influye en nuestras relaciones personales, afectivas y profesionales. Saber pedir ayuda, alejarse de personas tóxicas, reconocer y potenciar los valores que uno tiene frente y para con los demás, alimentar la empatía, son algunos pilares esenciales para este crecimiento interior…que nos hace grandes frente al mundo.

La psicóloga Raquel Tomé lo explica muy bien en este artículo: “Por qué tener una autoestima elevada nos protege de todo”.

Y, para animarnos a dar estos pasos juntos, os dejamos una canción que siempre nos inspira:

 

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