El camino de la aceptación
Dicen los antiguos sabios que el sufrimiento nos indica que algo nuevo está naciendo. Si lo asumimos y lo atravesamos, cae lo nuevo y nace lo viejo.
Nadie ha dicho que fuera fácil aceptar el dolor, nadie dijo que no costara o que no llevara tiempo “aceptar”. Un tiempo que se revela indeterminado y único para cada corazón.
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Resulta vital hallar a lo largo del camino una mirada comprensiva, una cálida mano tendida y un corazón amoroso ante el que abrir el escozor del sufrimiento y el dolor que abrasa como una quemadura reciente.
Halla tu manera particular de expresarlo porque ésta puede aliviar grandemente la tensión emocional cuando las emociones nos desbordan. Llora tu desesperación, grita tu rabia,corre tu desesperanza.. o como dice un amigo, haz algo “innecesario” sin herirte: a él le dio por revolcarse en el suelo, patalear, gritar, y eso le alivió..
Una vez hecho esto es importante persistir en el impulso de buscar una puerta hacia el deseo de trasformación y de crecimiento interior. Hallar un “sentido” a esa experiencia que inaugure, merced a la comprensión de los sucesos dolorosos de la vida, la senda de la aceptación que se despliega amorosa ante nuestros ojos asombrados como una delicada flor de loto, esperanzadora y brillante.