CUANDO EL ESTRÉS NO CONTROLA NUESTRA VIDA
Primera hora de una radiante mañana de primavera. Sin apenas tiempo para desprenderse del abrigo como la hoja seca de un árbol de otoño, Mónica oyó entre las mesas de la oficina el sonido de su nombre en la distancia pronunciado por la voz grave de su jefe. Sintió de repente un vuelco seco en el estómago. Rápidamente logró recomponer la tranquilidad perdida al pensar en el arduo trabajo realizado en su terapia para poder lograr vencer el asalto indiscriminado de la angustia y el desasosiego que la causaba saber que, como siempre, su jefe la encargaría una cantidad de trabajo desorbitada e imposible literalmente de abarcar en el plazo dictaminado. Sabía que no era una petición realista, pero ya había aprendido a decir “no” sin decirlo, un “no” digerible para el carácter explosivo de su jefe, un “estamos en ello pero vamos retrasados”, un adelanto progresivo de lo que sería el no venidero, maquillado por un ” vaya, no hemos podido pero hemos hecho todo lo posible”. Empezaba a saber cómo decirle las cosas a un jefe intratable, y a manejar la situación a su favor de forma que hablara de límites pero cuidando las formas para que éste no se desquiciase y asumiera la realidad de lo que era posible realizar frente a lo deseable. Mónica se sentía internamente muy satisfecha y contenta consigo misma y había ganado una gran dosis de confianza en sí misma.
Pero sabía que, antes de nada, cuando se avecinaba una situación tensa tenía que procurar recuperar el control de sí misma para enfrentar una conversación difícil.
Así que aplicó un EJERCICIO DE RESPIRACIÓN sencillo que practicaba diariamente tal y como la había aconsejado su terapeuta. La dijo que la ayudaría a tranquilizarse, a no acelerarse cuando las cosas la abrumasen y a sentir que de nuevo recuperaba el control de la situación.
ANTE UNA SITUACIÓN DE ESTRÉS: RESPIRACIÓN LENTA Y PROFUNDA
“Dedica diariamente 5-10 minutos a la práctica de respirar lenta y profundamente. Realiza la inspiración y la espiración por la nariz, dejando fluir suavemente el aire sin resistencia y procurando centrar la atención en el acto de respirar”.
Finaliza la espiración verbalizando la palabra “RELAX” y suelta todas tus tensiones y ansiedades.